jueves, 24 de septiembre de 2009

Amor, mi adicción

Es cierto que juré no volver a escribir sobre el amor. El amor no se habla -me había advertido- el amor se vive y ya. ¿Pero si no lo puedo contar, acaso puedo vivirlo? Eterna pregunta de la que intuyo alguna respuesta. No soy alcohólica. Tampoco se me dio nunca por las drogas y estoy en condiciones empíricas de decir que el cigarrillo no me domina. De sexo lo justo, la comida no me desespera y yo, como habitante de esta sociedad, estoy convencida de que algún vicio hay que tener: desconfío de aquellos que no se pierden por nada. Mi adicción al amor está declarada. Ciertamente preferiría las bebidas blancas y lo digo sin ceguera, confío en que amar como conducta entrañada conlleva serias consecuencias, incluso físicas. Basta con repasar sus síntomas: adelgazamiento, sonrojo, diarrea, reducción de las capacidades mentales y de concentración, anulación de la fuerza de voluntad y de la percepción de la mentira; el enamorado no tiene remedio que lo cure pero sí veneno a mano. Con todo, queda claro que amar puede ser un peligro muy atrayente. Del mismo modo que sucede con los deportes extremos, aparece de frente a nosotros como un abismo natural mucho más imponente que nuestras capacidades de sortearlo. Escalar una montaña de siete mil metros de altura atado a una soga es como entregarse a este sentimiento: no sabemos cuáles serán las consecuencias de la hazaña a la que nos aventuramos, pero estamos seguros de que si nos caemos por su ladera padeceremos un golpe letal. Y no me vengan con que nadie murió de amor. Pregúntenle a mi abuelo por qué enfermó irreversiblemente cuando mi abuela abandonó esta vida. Vamos, el amor es lo más desgarrador que somos capaces de sentir (si somos capaces de sentirlo, claro). Es luz y sombra, es el eclipse más impresionante que conocemos y ni siquiera nos hace falta usar larga vistas para entenderlo. Nos alcanza con otro cuerpo, otra mirada, está todo en un abrazo, en un beso, en un silencio compartido; en tu cara, en tu piel, en tus sonrisas, en tus palabras que se pasean saltando por cada rincón de mi mente y en tus encantos. Amo lo que sos y lo que nunca podrás hacer, tu cobardía y tus verdades, tu libertad y cada prisión que te compone. El amarte me vuelve hilo invisible y alma flotante, un espejismo en la vida, la evasión de lo material en lo absoluto y lo absoluto en cada letra que entono por vos. Amo en misterio, amo en colores, amo. Te amo. Es cierto, había jurado no volver a hablar de esto. Pero mentí sagazmente. La realidad es que no soy creyente y que los juramentos valen lo que un alfiler en la mercería para mí. Esta declaración sólo tuvo el sentido de convencerme por un rato de que mi vicio estaba curado. Ahora debo asumir que se trató sólo de un período de abstinencia.

32 comentarios:

Virginia Prieto dijo...

nop, curado no está

me encantó este post, sentí que me miraba en un espejo y aparte está maravillosamente escrito

PD: la diarrea es un síntoma?( juro que esa no la tenía)

Beso

Princesa Turquesa dijo...

No hay cura creo, cuando se extraña. A mí me pasa. Esa sensación de que cuando falta algo, no tengo nada... Yo lo extraño. Físico; encima. Su pecho huniéndose en el mío en un abrazo de compromiso, quizás con desgano. Era poco y sin embargo, alcanzaba!

Maximiliano Galin dijo...

la adicción lleva apenas a poner tener un período de abstinencia, pero lo decía Rodrigo, el amor puede más...

el amor es la más grata sensación posible, la que nos lleva a hacer lo necesario por el otro.

"aparece de frente a nosotros como un abismo natural mucho más imponente que nuestras capacidades de sortearlo", tremendo!

ahí te ves

Noesperesnada dijo...

Mas que una declaración, una radiografia de los sentimientos y un diagnostico que por frecuente no deja de ser interesante encontrar en esto tiempos

Gaby Raimondo dijo...

Para bien o para mal , el amor es ineludible. Y está bien que así sea.

angel de sabanas dijo...

bueno esto es mucho más interesante que masturbar a tu pareja por asco a que te toque.

esto sí invita a pensar y arriesgarse

Nadie Nunca Nada.- dijo...

Me da cosita hablar de amor. Siempre es un intento medio ridículo para mí. Prefiero hablar de amor sin decir la palabra amor.
Discrepo con "angel de sabanas". Por qué comparar? por qué "es más interesante" amar que masturbar a un tipo para que no te toque? "esto sí -en verdad- invita a pensar"? Necesitamos una invitación para pensar?
Celebro ambos textos, no hay por qué comparar, y menos bajo el rótulo de "lo interesante"...en lo personal, creo que es más arriesgado asumir que uno toca a alguien que no quiere, que decir "te amo". Me parece más honesto, y brutal. Aunque amar y no decirlo también me parece cautivante.
Saludos.-

El viento a contramano dijo...

“El enamorado no tiene remedio que lo cure pero sí veneno a mano” ay dios, si por un rato dejaras de dar siempre en el blanco, quizá no serias una debilidad para mí, ja… es inevitable venir hasta acá volando cada vez que se levanta la alerta: “Escombros de plumas – Amor, mi adicción – hace 10 horas”… y no te admiro, en serio (no me sale eso de admirar), solo me gusta cuan contundente podes ser y con que poco.
La declaración del final “diez puntos”. ¡Volveré luego!, ¡besos che!

Anónimo dijo...

el amor es peor que el alcohol..

marichuy dijo...

Hola Marina

Bellísimo texto. Completamente de acuerdo: es amor es lo más desgarrador (y adictivo) que hay.

Te agradezco mucho tu visita a mi blog

la mariposa no sabe volar dijo...

Compartimos esa adicción Marina!
Aunque muchas veces ser adicta al amor nos juegue una mala pasada porque es un arma de doble filo y todo depende de como lo agarremos.
Es un tema tan complejo que creo que es imposible no hablar de el...
Yo creo que cuando de amor se trata tenemos que dejarnos llevar, sentir y pensar pero no tanto porque cuando pensamos nos entra el miedo de salir lastimados y todas esas cuestiones raras.
Me gustó mucho leer este post porque tiene muchas verdades que ahora que las veo todas juntas las medito :)
beso grande

Marina Agra dijo...

Hola, Vir! Gracias! Cada uno canaliza los nervios por donde puede, ¿no? Ja! Besos

Paulita querida, tal vez entonces no era tan poco, ¿no?

Maxi, Rodrigo tenía sus grandes verdades. Qué en paz descanse.

Hola, Alberto, antes me preguntaba cómo es que lo que sucede siempre nos sigue cautivando, inquietando. Ahora ya no lo pregunto más. Beso!

Gaby, qué así sea.

Angel de las sábanas, si aunque sea una vez te hago pensar, pues entonces me parece un montón. Salut!

Estimado NNN, ¿le da como un escozor la palabra? Entiendo. Respecto de lo que dice de la invitación a pensar y de lo interesante, supongo que es personal y mejor, ¿no? Imagine si a todos nos pasara lo mismo con todo. Sería un desastre. ¿Amar y no decirlo le parece cautivante? Vio, acá discrepo: a mí me parece como apretar una esponja. Mis saludos para usted!

Hola, Lea. Me va a hacer sonrojar. ¡A esta hora de la mañana! Te espero con leche chocolatada! Besos, che!

Hola, Jordim. Bienvenido por acá. ¡Claramente!

Marichuy, bienvenida. Gracias por pasar y por tu comentario. A mí me encantó tu blog. Un placer haberlo descubierto. Beso!

Mariposa, ¿cómo estás? Como toda adicción, tiene su eclipse. La vida se nos va todo el tiempo, a cada rato, mejor no pensar tanto, ¿no? Besos, nena.

un señor mayor dijo...

una lastima para algunos.

karinaloca dijo...

a mi me sorprende la cantidad de momentos en que se refleja amor. en que decimos "esto es amor". y qué lindo que se siente, y no solo el amor romántico-medionaranjesco sino todas las expresiones de amor que vivimos día a día. qué lindo! qué bueno es disfrutarlo y cuando se termina, se corta, se aleja, poder recordar lo bien que se sintió y estar dispuestos al próximo intercambio amoroso. un beso!

+ rocíorecaño dijo...

te sigo, casi literalmente.
desde hoy
un beso.

Marina Agra dijo...

hola, señor mayor. nada de lástimas! :(


hola, karinaloca! te leo tan positiva que aunque se está nublando siento calor en la espalda. besos, nena. buen fin de semana!

.juanit, bienvenida por acá. te espero, cuando quieras. voy a visitarte!

angel de sabanas dijo...

pucha, tengo pinta de pensar poco?

Verònica dijo...

estoy.. aca estoy!!!! solo ando a mil, pero obviamente que acà vuelvo y se que me queda una entrada anterior por leer.
el amor... si si si...temòn! si lo sabremos... el punto es que me alegra que fuera solo una abstinencia. Creo (realmente creo) que la muerte por amor es la ùnica que vale la pena... asique a sentirlo, los que somos capaces.
bue-ni-si-mo post!!!!


besotes!

Vero.

Dr. Flasche dijo...

Este, el amor es sentirse vivo. Quiense lo evita, como quien se evita la pasión y el error, bueno, simplemente no sabe lo que se pierde. Porque el dolor, en su justa medida, también hace sonreir, como los buenos que nunca caen en la películas, porque el dolor, el amor, y todas esas cosas, simplemente también permiten sentirse feliz...

A parte de eso, bueno, pues muchas gracias por el tiempo que se tomó en responder a mi carta. Ya ve usted, que tenemos muchas cosas en común.

Espero pues, algun dia, conversarlas con usted.

Atentamente,

Davizinho

Anónimo dijo...

y se lo contaste a Alberto?

E.I.

Soy peregrinaperla dijo...

El amor es como el Mc donalds: una mierda necesaria.

Marina Agra dijo...

angel de las sábanas, ¿quién dice poco? ¿quién dice mucho? ¿quién piensa? ¿quién eres?

Vero querida, como es usual, coincido. Qué mi epitafio diga murió por amor y que en el velorio todos tengan sexo sobre los sillones. Besos, nena y no tenés que leer nada, yo sé que andás por ahí!

Dr. A veces, cuando lo leo, siento que ya hemos tenido esa conversación. Tal vez durante algún sueño, tal vez. Me quedo con eso de que el amor es sentirse vivo y que la belleza también puede estar en la tristeza. Nada que agradecer, fue un placer. Beso grande!

Anónimo, ¿?

Perlus, me soltaste la carcajada. Y encima a mí me gusta el Very Big Mc! Al horno!

Jovic dijo...

El amor no tiene cura ni monja (por suerte)

Marina dijo...

Esto lo decía Thierry?

La mona Bermúdez dijo...

"Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos, fotos, libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué"

Cristina Peri Rossi

y dos lágrimas en el teclado

:)

P.D: Te cuento, resulta que a las zapatillitas les tuve que soltar el elástico porque casi mis pies mueren de asfixia pero ahora de a poquito van queriendo. Intuyo que podrán andar una barbaridad.

Buen día Marita!

Marina Agra dijo...

Me encantó, Mona!

chica pastiche dijo...

Y cómo se yo que eso que siento es amor? Cómo sé?

Síntomas sobre el alcoholismo, al adicto a las drogas, incluso sobre el adicto al póker... todo eso se lee en libros, se enumera, se escribe en wikipedia.

Y el amor qué? Cómo se yo que lo que yo digo que es amor es lo mismo que vos llamás amor?
Eh?
No sé...

Estrella dijo...

Buenísimo Marina.
Sí, hay intensidad... y no son los verbos.

Marina Agra dijo...

ah, chica, no tengo la menor pero la menor idea, che.

estre, gracias!

.::Lola::. dijo...

Maru, tu post es emocionante hasta las lágrimas. Me sentí tan pero tan identificada...
Los síntomas que describís son muy ciertos, sobre todo "anulación de la fuerza de voluntad y de la percepción de la mentira". Tan ciertos ambos que duelen y dejan huella, dañan, y por sobre todo dan miedo y nos anulan.
Tengo la sensación que las heridas no van a cerrar nunca, pero no quiero dejar de creer en el amor... esto me está costando mucho.

Marina Agra dijo...

Xime, nena, qué sorpresa que pases por acá. Vos me emocionaste a mí y me dejaste un poco sin palabras, porque sé que no hay mucho que decirle a alguien que está herida, aferrada a no querer dejar de creer en el amor, pero con los zapatos cargando en la espalda. El saber que nada es para siempre, es un consuelo para mí, pero no sé si funciona para todos.

¿Un vino? Dale, vecina, hagamos un vino en tu departamento nuevo.

Beso grande!

Darío dijo...

No sé si lo había leído antes, pero recorriendo tu casa elegí este.
Inmediatamente pensé en Fragmentos de un discurso amoroso, de Barthes. La sintomatología del amor. Terrible.
Por otra parte, es verdad. No sé si uno debería ser tan estúpido y morirse por amor. Pero sucede.
Werther es sólo un ejemplo extremo, pero eso es lo que pasa cuando amás. Un beso.