lunes, 9 de noviembre de 2009

Basta

Últimamente percibo una tendencia algo belicosa. Como que se planteó una guerra engarzada a la pared del supuesto avance sin cuartel. Digo guerra porque tiene dos bandos que se apuntan y digo que el avance está aferrado a una pared porque me dolió cuando golpeé. Estoy hablando de los hombres y de las mujeres y de este rol social en el que estamos todos metidos intentando ver quién la tiene más larga. Desde este punto, está clarísimo: perdemos, chicas: ellos la tienen más larga: y sobre ella se paran.

Insistimos en oponer los géneros e inmediatamente más tarde intentamos igualarnos. Es como una incongruencia de base mezclada con mostaza con bolitas de pimienta, que todo bien, muy gorumet la movida, pero sabe tan picante que finalmente la queremos bajar con mayonesa.

La práctica es esta: queremos ser como ellos, ocupar su sillón porque creemos que desde ahí nos van a respetar mejor. Competimos por sueldos, competimos por decisión, competimos en billetera y hasta nos engalanamos. Queremos tener las mismas posibilidades, pero que sean las mismas. No contemplamos la distinción. Queremos y competimos. Y generamos rivalidad al mismo tiempo que decimos que ellos no pueden vivir sin nosotras y los queremos cambiando pañales, y delineamos estrategias para que no nos metan los cuernos y nos abracen cuando nos caemos, y nos volvemos cada día más sensuales, independientes y provocadoras y cuando tenemos hijos hablamos en diminutivo y uf, qué quieren que les diga, yo ya no puedo más así.

Mientras tanto, ellos ven la amenaza pero en el fondo no se la creen ni un poco. Porque saben que por suerte los ovarios no les duelen ni una vez en la vida y del parto zafaron en su propio parto. Orgullo, che. Además, cuentan con cierta fuerza de varón y con menos cambios hormonales. Su mapa mental es otro. Les queda un poco mejor eso de abrazar por fuera y entre ellos se entienden. Con el fulbito están.

Y entonces, ¿qué hacemos? Nos pasamos desarrollando teorías, estrategias caducas desde la base misma de su concepción, intentando ver quién domina a quién. Y ellos dicen hacé esto que la tenés muerta, y nosotras, en la cena de los jueves, escuchamos a la amiga casada con el novio de toda la vida, que lo tiene cagando y se cree la mujer más feliz del mundo porque el flaco escucha sus gritos sin chistar, sólo que ignora lo que le pasa por la cabeza a ese con el que duerme todos los días, que te dice que no lo llames ni muerta, mientras que la que se arremangó la fuerza te aconseja que vayas detrás de tu deseo y que, en definitiva, si no te quiere así, que se curta. Y salís del jueves con la cabeza en llamas y el viernes hacés todo al revés: lo llamás a los gritos, preguntándole por qué mierda no te llamó él.

Qué se yo, viste. A ellos se los ve más tranquilos. Y nosotras: algo más histéricas. Lo que creo es que quisimos abarcar de más, como que mezclamos todo y en ese mélange desvirtuamos nuestras virtudes y encendimos la hoguera a la que nos van a tirar. Porque nos van a tirar, eh, si no socavamos argumentos de distinción y aceptamos que lo nuestro no está en ese sillón que ocupan ellos, tampoco debajo de sus pies (por favor): lo nuestro nos queda a mano, porque lo tenemos desde siempre, nos compone. Tal vez sólo hacía falta levantar bandera blanca para que ellos bajen los cañones con los que nos acorralaron durante años en la cocina -los muy machistas- y nosotras podamos abrir nuestras piernas ¡y nuestra cabeza! en paz.

34 comentarios:

Ale dijo...

Voilà!

El viento a contramano dijo...

Una vez, en un buen debate que empecé en una clase de Teología, una chica comenzó a dar cátedra de feminismo - bla, bla, bla - hasta que el cura (profe de Teo I) la paró en seco y le dijo: "si las mujeres se dedicaran a ser mujer y no a querer tener lo que el hombre tiene, ya lo tendrían casi todo y, probablemente, serían mucho más felices" recuerdo que la chica no habló más, creo que el cura había dado en el clavo... yo seguí iniciando debates en la clase de Teología, por que me divertía, y el cura dejó los votos, se casó y tuvo un hijo (obviamente, tuvo que dejar la Cátedra de Teología) . Y siempre recuerdo esa anécdota, me ayudó a pensar en lo inutil de esa "guerra de sexos".

Excelente lo tuyo, Maru - golpe y a levnatar el cuerpo desvanecido - Sabés, podré estar de acuerdo o no con vos, pero es imposible evadir la claridad con la que te expresas… tu manera de pensar, de reflexionar, de plasmar en papel y tinta lo que pasa por tu cabecita, genial… Me gusta, y es eso… una cuestión de gustos (ya te lo dije)… ja :)

¡Que estés bien, che! Besos.

Noesperesnada dijo...

Toda una declaración de paz armada como para entrar en guerra...

marichuy dijo...

"Y entonces, ¿qué hacemos? Nos pasamos desarrollando teorías, estrategias caducas desde la base misma de su concepción, intentando ver quién domina a quién"

Marina

El día que yo me atreví a esbozar algo semejante enfrente de otras mujeres, no te quiero contar cómo me fue (las feministas hard, suelen ser tajantes e inflexibles). Por supuesto que estoy en contra de nuestra educación machista; la cual -hay que decirlo- es prohijada por las Madres. Y resulta que para combatirla, a veces, se emplean métodos iguales a los machistas y es ahí donde llevamos todas las de perder (ya hemos perdido de hecho).

La equidad de géneros es una cosa; pero esto que tú atinadamente apuntas, es otra muy distinta; casi un absurdo.

Un beso

Virginia Prieto dijo...

esta marina belicosa es una genialidad!
y el comentario de noesperesnada no tiene desperdicio

excelente post marina, sos mujer de armas tomar, diría mi abuela...

beso enorme

Maga h dijo...

Bandera blanca para lograr el encuentro entre los géneros. De esta manera, menos a la defensiva ambos, tal vez podamos lograrlo y por fin disfrutarnos.
Utópico?, creo que por ahora sí.

Valiente Marina!

MAGAH

Muma dijo...

Planteas muy bien una compleja realidad que particularmente experimento con el mismo hastío. Creo que cualquier discusión en términos de géneros atrasa, que hay que trascenderlas porque todos somos seres bastante perdidos tratando de ocupar o de conservar un lugar que ya no existe. Ahora, es innegable que estamos estructurados psicológica y culturalmente de manera muy diferente. Nosotros somos más complejas, mas histéricas, estas malditas hormonas nos hacen menos estables, es cierto.... pero la complejidad nos da más recursos. En lugar de explotar nuestros propios recursos imitamos tristemente lo peor de los otros y de ahí quedamos atrapadas desgastándonos en la lucha, condenadas al fracaso.
Besos

fumado dijo...

Che, está muy bien la idea, eh. Y buenas algunas partes del desarrollo. Ojo con algunas cosillas (respetar-mejor), algunos no-sense (las mismas posibilidades, las mismas), y algunos tipeos (gorumet), jajaj. Te veo en un tiempito escribiendo una columna femenina en cosmo o una así. O Marina no se vende? Jjaj.

Iván. dijo...

Es correcto lo que decís, en casi todos los aspectos de la masculinidad, haciendo una salvedad, no es mas fácil para los hombres, ni tenemos pensamientos prácticos, somos seres sentimentalmente reprimidos, alguna vez llamaste a esto cobardía, por una puta educación machista.
Todos los días de mi vida, vaciaba entre llantos botellas de olvido, hasta hace muy poco, que empecé una nueva vieja historia que me llena el alma, ella me dijo, mirando mis lágrimas de emoción, que yo era un tipo sensible, sin dejarla terminar le contesté que todos somos sensibles, todos lloramos por dentro o por fuera, solamente hace falta valentía para asumir las lagrimas.
Besos.

karinaloca dijo...

Qué dilema, no? Yo creo que para ciertas cosas hombres y mujeres somos iguales y para otras tantas, exactamente opuestos! Y ahí está lo lindo, lo interesante, la diversidad de personas que es infinita a la décima potencia. Que cada uno ocupe el lugar que quiera, siguiendo nuestros instintos y con suerte los demás nos aceptarán así como somos.
Un beso grande amiga loca!
P/d: soñé que te conocía en Uruguay, te veía y ya sabía que eras vos y yo te decía: soy karinaloca!!! es normal esto???

Maximiliano Galin dijo...

Para que haya una guerra tiene que haber dos que se quieran enfrentar.

Tomo la posta de la bandera blanca, y pienso:

- Si lo que se busca es dominación, nunca resultará, por más teorías y estrategias que se tejan.

- El hombre es simple, básico y no espera más que dónde poder ubicar su falo (o transmitir virilidad en cualquiera de sus formas) y reposar en la tranquilidad de saberse contenido cuando lo necesita (porque también lloramos, al menos cierta subespecie de sensibles).

- No sé si sólo con el fulbito alcanza, pero las charlas de hombres "femineizados" -yo lo llamo psicoanalizados- abundan en mi entorno, de aquellas que en el vestuario no se toleran y te dicen que "hablás como las minitas". De esa los machistas ya quedan afuera.

Cómo vivimos el mundo hombre/mujer nos define de cuerpo entero porque es ahí donde se condensan nuestros deseos, voluntades y temores, y admitir como mujer que ya no se puede más así es de una valentía importante, habrá que ver si alcanza para lo que aspirás llegar. Sólo vos lo sabés.

El choque de cuerpos es necesario para terminar en la cama, pero no es necesario que sea de mentes, esas cuanto más sueltas y libres se dejen estar, juntas o no, más rendirá el vínculo.

Paz & amor, y saludos desde este mapa mental abierto a todo público.

Nota: para mi que en esas cenas de jueves de lenguas de víboras deberían ir rotando la presencia de un hombre que les sepa recomendar sin tanta carga de subjetividades -siempre en función de sus experiencias- mediante ;-)

Anónimo dijo...

Estaría bueno lo de la bandera blanca, y también en dejar de suponer que si hacés esto lográs aquello...y si hacés así la tenés o lo tenés muerto a tus pies.... porque no se podrá disfrutar de una relación en paz...si te amo y te lo digo, que no por eso pienses que me tenes agarrada, si tenes ganas de llamarla, llamala. Si tenes ganas de verlo, deciselo sin pensar que va a pensar... y queres compartir tus rincones mas oscuros, hacerlo... si no te interesa la otra persona, decirselo de una y claramente....
ojalá aprendieramos a vivir en paz! sin competir, sin querer ganar lugar ni dominar.... vos lo dijiste: de la mano!!!

un beso

Estrella dijo...

Buenísimo, Marina.
No sé, yo soy mayor que vos y no vivo ese conflicto de géneros. Me parece que nuestra genración se acomodó mejor, empezó la transición que completaron ustedes. El varón es varón, la mujer, mujer: que a mí no me quiten nunca la posibilidad de hablar en diminutivo con los hijos y de necesitar desesperadamente un abrazo de hombre con mayúsuculas cuando mi mundo femenino se derrumba aunque sea por cinco minutos.
Tenés mucho encanto para contar; esto mismo, dicho de otro modo, hubiera sido un bajón. En cambio, resulta toda una invitación para reír, pensar, y hacer las paces con la bandera blanca en alto.
Beso!

LUMPENPOETA dijo...

En verdad la cuestión se vuelve turbia cuando de roles se trata. ¿Quién impone los papeles en el teatro de la vida? Jugamos a dominar a la hembra para el regocijo del sexo, juegan la vanidad para atrapar al macho. la modernidad es esta mezcla de papeles, feminismo mal entendido, éste si es claro, genuino, liberación del género humano y desaparición del patriarcado. No venus, ni marte, ni guerra de sexos, humanos con otros humanos para conquistar la vida y qué difícil. Enfrentados desde el génesis, confinadas a los hijos y la cocina, esclavos de nuestros dominios y sillones. Ojalá fuera de dejar deseos de poder y reconocer debilidades entonces las piernas abiertas serían las columnas para recoger las fortalezas y los hombres sólo eso, hombres, la pareja para acompañar futuros... una utopía.

Excelente texto que reconoce disfraces y estrategias. Sorpresa textual en martes de poco frío. Abrazos.

Cas dijo...

Lo de bandera blanca no me convence mucho porque es de niño extraviado; aunque ahora que soy nuera supongo que tiene sentido...

Brindo por las mujeres que derrochan simpatía!

Y ojo con las histéricas que no somos todas iguales, eh!

Me pongo celosa.

Buen día Marina!

Cas dijo...

Perdón! fé de rata. Quise decir suegra!

Verònica dijo...

Mari, demore en contestar, comentar, lo que sea porque no sè... no la tengo clara, tanto se habla de gènero y diferencias de gènero y tener los mismos derechos o no tenerlos que mi cabeza es un revoltijo de ideas y tèrminos. Me cuesta pensar en esto pero bue... lo asumo, que le voy a hacer???
Rescato lo del respeto, pero obvio, no estamos en igualdad de condiciones.
lo que si me revienta son los insultos machistas del tipo "la con... de tu madre" o "no tiene huevos" o "hay que ponerse los pantalones"...
en fin, hasta aqui mi humilde aporte!

besotes s s s!

Vero.

Dr. Flasche dijo...

Confusó así me quedé. Podría dejar ir algunos chascarrillos, pero ya aboné demasiadas palabras 'machistas' en mi último comentario y no quiero malentendidos.

Entonces, ¿Qué le digo yo a usted?

Creo que seré servidor. Nunca creí que los hombres seamos todos iguales. Tampoco que hombres y mujeres sean iguales. No, no me lo he creído nunca.

Creo que en la igualdad de oportunidades para todos, pero aunque tengamos necesidades esenciales idénticas, nuestras imperfecciones [cultura, cuerpo, lengua, etc.] son diferentes, y eso nos hace diferentes.

Tenemos una bonita raíz común que emfatizar y 'pelear', pero simplificarlo todo y decir que todos somos iguales...me parece una castaña.

Como bien dice usted, a mí nunca me dolieron los ovarios.

abrazos

dr.

[vamos almenos peleo para conseguirlo, lo de dr.]

... dijo...

Hola muy bueno tu blog! te dejamos el nuestro para q pases y nos comentes!!

Gracias ;)

http://estherysonya.blogspot.com/

Jovic dijo...

Yo hago el amor, no la guerra.

uno que te tira la posta dijo...

El problema con vos es que elegís mal, como buena chica hermosa que reniega de su belleza.

Gaby Raimondo dijo...

Cuanta desnudez junta.

DINOBAT dijo...

Para algo se "crearon" distintos...

Verònica dijo...

nena! estas por ahi???.. ja, me tenes malacostumbrada a tus respuestas!!!

Espero que estes bien,

un abrazo de viernes,
abrazo LoOc0ooo...

Vero.

p.d: viste el comentario del que te la tira?? me matò!!

El viento a contramano dijo...

Adhiero al comentario de Vero... nos tenes malacostumbrados a tus respuestas...

Dónde estás?? te extrañamos, ja...

Besos!!

Verònica dijo...

Sin dudas, veniii, volvè! se me cierran los ojitos ( 7: 10 en Uruguay) Preciosa noche y al colchòn siii !

Besotes!


Vero.

¡Jotapé! dijo...

Apoyo el comentario de Karin. Desde las primeras horas.

Pazyamor.

Marina Agra dijo...

hola, amigos!!! estoy acá! solo que un poco callada, porque no tengo mucho que decir, nada que hacer.

beso grande!

Maximiliano Galin dijo...

Un aporte, maru, a esta supuesta guerra de sexos, muy cómico:

http://www.youtube.com/watch?v=sNtXTkFw0Ro

Anónimo dijo...

había una guerra?
y yo pánfilo distraído... es que me completo en los abrazos

Iván. dijo...

Un estado pre depresivo?
Raro que no tengas nada para decir.

Marina Agra dijo...

elpulcro, linda completitud! salud!

hola, Iván! a veces no tengo nada que decir, definitivamente!

Marian dijo...

Me encantó Maruuu!

Marina Agra dijo...

gracias, nena!