viernes, 25 de junio de 2010

Como la mismísima vida (por no decir la vida misma que queda como el mismísimo upites avejentado)


Con lo que tenemos, hacemos lo que podemos (en el mejor de los casos, claro). Y este, sin dudas, es un gran caso de adaptación (espero que lleguen a apreciar la reja cortada para que entre la Falconeta con su trompeta).
Fotografía tomada en el barrio de Martínez (para que no digan que acá todo es glamour).(Estoy muy emparentisada y cacofónica, lo sé. Y se sabe, se lleva. Como en la vida misma).

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