miércoles, 2 de septiembre de 2009

Dame un sí (primera parte)

Entre el deseo y la realidad está la fantasía. Así. Ni al revés ni en contra. Hacer carne lo que siente la piel es conjura de valientes. Incluso para nosotras, las chicas rubias que rodeamos los 90 centímetros de cadera.

Estaba decidida y, como suele suceder con mis convicciones- -aunque me cuesten sólo un par de días o apenas algunos minutos- era una decisión absoluta. El mundo pavoneaba flaquezas y permanecía exultante de trivialidades. Yo lo sabía y eso me daba ventaja porque no estaba precisamente débil ni tampoco me importaba perder. Es que cuando abajo sólo están los quebrantos sobre los que estamos parados, la actitud cobra una destreza formidable.

Increíblemente, –y quiero enfatizar en esto- cuando algo sucede después de haber vivido en la mente durante mucho tiempo, se siente como parir. Y ojo, no es que haya parido una criatura alguna vez, pero tengo la impresión de que la sensación debe ser más o menos así. Los últimos meses había estado imaginando una situación, y esa situación empezaba a existir más allá de mí. Porque él estaba ahí, parado en la esquina, con sus manos dentro del pantalón; él ya no le pertenecía a mis pensamientos. El me hablaba, me hablaba a mí.

- ¿Te parece este bar?

Nos sentamos uno enfrente del otro. Elegí al lado de la ventana. Coca para él, Fanta para mí. Intenté por unos segundos invocar mi plan mental, pero fallé. Sólo pude recordar el momento en que empecé a llevarlo a cabo. El era profesor de la clase de Latín. Hola –había dicho el primer día- mi nombre es Marcelo y voy a darles mi dirección de mail para que tengan en cuenta que pueden consultarme lo que quieran.

Al cabo de algunas clases, su boca pendular conjugando latín me traía latiente. Durante las primeras clases, mis preguntas fueron protagonistas y mi capacidad para enviar mensajes subliminales cobró una habilidad inimaginable. Estaba bien para mí eso de seducir. Digo, de que la mujer seduzca al hombre hasta que éste no pueda más.

- Así que acá estamos-, dijo y sonrió.
- Eso parece –contesté sin demasiada originalidad.
- ¿Se puede saber qué buscás? –inquirió. Era claro que me estaba apurando y eso me hizo sentir ganadora. Después de tantas dudas, de tanta espera, quedaba claro que en ese juego ya éramos dos.
- Creo que busco que se terminen estas dos gaseosas.
- Pero si recién llegamos.
- Sí, pero estamos en un bar.
- ¿Y dónde querés estar?
- Encima tuyo podría ser un buen lugar.

Sentí su incomodidad. Evidentemente no estaba acostumbrado a que una mujer le pusiera un pie sobre sus pelotas en un bar a plena luz del día, en Corrientes y Callao. Se notó, pero Marcelo estuvo a la altura de las circunstancias. Se adelantó sobre la mesa, agarró mi brazo y me dijo:

- ¿Sabés que no vas a dominarlo todo? ¿No?
- ¿Ah, no?
- Vamos –dijo. Caminó hasta la barra, pagó y salimos.

Como buena mujer moderna que soy y después de notar durante algunas clases cómo sus ojos se escapaban hasta mí en contraposición a su boca, que se cuidaba de no fugar ninguna palabra de más, le escribí un mail con una pregunta técnica y dejé para el final mi habilidad subliminal. Supongo que ahí empezó todo lo demás.

Nos enviábamos mails uno detrás de otro. A diario. Pasábamos el día entero conectados por correo y cuando llegábamos a la clase ni nos mirábamos. O mejor dicho, él me evitaba. La situación se prolongó por uno meses y yo empecé a sentirme mal. Soñaba con él, pensaba en él, me enamoraba en silencio de mis propias ideas. Cuando la sensación se me volvió algo insostenible, intenté acercarme un poco más, poner las cartas sobre la mesa, pero en esos momentos Marcelo se alejaba y yo quedaba extrañando su ausente presencia. Sin paz.

Deliraba encuentros mientras me masturbaba con la idea de él sobre mí y de mí sobre su escritorio. Todos los días me masturbaba. Incluso varias veces al día, provocándome hasta tres orgasmos seguidos. Pensé que si él me generaba tanto placer con sólo existir, merecía saberlo. Así fue que en uno de los mails le dije que tenía algo importante que contarle, pero que consideraba que debía ser personalmente –al fin- y que si no le resultaba demasiado atrevido podríamos encontrarnos en un café.

Cuando salimos del bar, me detuve frente a la puerta, él se acercó hasta mí y me agarró de la cintura, quebrándola.

- Ahora me vas a contar eso que me querés decir –dijo.

- Sí, pero creo que deberíamos ir a un lugar más tranquilo -respondí.

37 comentarios:

Maga h dijo...

Buenísimo, vamos por la segunda parte entonces!

Un abrazo

MAGAH

¡Jotapé! dijo...

¡Diantres!

Quiero el final...

El Cochinillo exquisito. dijo...

Me llevo el relato antes de dormir...

Voy a pasar, no la podia encontrar.

El viento a contramano dijo...

No... Odio quedarme con la intriga... ¿y ahora que hago? No podés dejar el cuento justo ahí...
Y eso de planear de antemano los encuentros es fatal… y aunque a veces terminen saliendo a los golpes es delicioso y excitante ponerse a pensar que plan vas a usar para conquistarla/o… los mensajes subliminales, cuanta estrategia femenina de conquista arrojada en tan pocas letras… me gustó mucho, quiero más!!!
Hasta mañana (que vuelvo por la 2ª parte).

Anónimo dijo...

Está bien jugarse, si uno cree que vale la pena. Y si se llegó a tal punto, es que si vale la pena.

Hay tensión!!!

un beso

Haiku dijo...

qué miedo.
profe de latin, da psicokiller posta.

eva pardellas dijo...

uffff...no sé cómo acabará esto...bueno creo o puedo imaginar como (bendita imaginación..jajajaj)....pero lo que está claro es que me tienes enganchada otra vez...espero que nos deleites con igualmente con la continuación....haber si aprendió a hablar latín...o no...jejejeje...besos mi amor!!!

Marina Agra dijo...

Hacia allá vamos, Magah!

¡Jotapé! Diantres, rayos y centellas. Volveremos a la carga!

Cochinillo, espero que lo haya disfrutado. Salut!

Hola, Viento a contramano. Gracias por lo que decís pero, che, cuánta presión. ¿Mañana? ¿O sea hoy? No puedo, no puedo con tanta exigencia! Tal vez pasen uno días antes del final... pero no abanones! Besos!

nadasepierde! que así sea!

Ja, es cierto Haiku y, con perdón a los Marcelo´s, pero encima se llama Marcelo. ¿Quién da más?

Eva, bendita la imaginación. Bendita!!! Besos, mi amor!

Anónimo dijo...

Hay Marinita... Genial como siempre...
Pero basta de contar que te masturbas!! No puedo parar de imaginarte...

chica pastiche dijo...

"Hacer carne lo que siente la piel es conjura de valientes".

Chiquilina... los primeros párrafos parecen escritos para mí.

El miedo es, que si la situación empieza a existir más allá de uno, uno ya no la domina. De fantasía pasa a ser realidad. Y ahí los finales puede ser muy variables.

Sí... tengo miedo a volver mi fantasía realidad.

Anónimo dijo...

Buenísimo. Pocas veces puede leer uno algo tan brutalmente bueno. Se ve que tienes muchísimo talento. Un auténtico placer. :)

Diego Sagardía dijo...

Hacia los lugares tranquilos, entonces. Claro que sí.
Salud, ex MQDLV

Virginia Prieto dijo...

acá me quedo, esperando lo que vendrá...
movilizador al mango!!!

karinaloca dijo...

qué suerte! mi profe de latín era un viejo de 70 años... definitivamente no daba para material de amante.

Iván. dijo...

Coincido con Karinaloca, en sistemas de la USAL eran todos hombres (profesores y alumnos), y no tenía ni tengo tendencias homosexuales (nunca se descartan, vió).
Saludos.
Muy bueno el relato.

Marina Agra dijo...

Hola, anónimo. Bueno, qué decirte. Mente superior domina mente inferior, dicen, viste. Salut!

Hola, Chica querida. ¿En serio? Te tenía más bien como una valiente que se sorprendía dandose cuenta de sus fantasías incluso después de haberlas vivido! Qué va!

Angus, bienvenido. Muy halagador. Gracias. Nos leemos!

Salud, estimado Pelado.

Gracias, Vir! Besote! (me sigo riendo con lo del sexo penal).

Sí, yo siempre digo que mi límite es 40, pero como una cosa zarpada, eh! 70 nos fuimos decididamente al joraca! besos!

Hola, Iván. ¿Y por qué te imaginaste teniendo que cumplir la historia? Qué extraño cómo cada uno abraza su costal. Besos, che!

Estrella dijo...

¿Debo decir pobre Marcelo?
Qué se vendrá, me pregunto. Cualquier cosa puede pasar...

Pat dijo...

Guau!...Veremos que pasa después,.. hasta ahora viene bien el señor.
Lo único que me da que pensar es que, tanta expectativa por parte de nuestra heroína puede resultar fatal. Las mejores cosas vienen de donde no las esperamos.
Besitos

chica pastiche dijo...

Tengo mis momentos, es cierto.
Pero si me preguntás hoy...
todavía no sé si quiero que deje de ser fantasía. Es tan linda así como está !

Maximiliano Galin dijo...

Primero, veo que el tema profes y su autoridad es algo que no se circunscribe a la época en que te conocí... pero de la realidad a la fantasía hay una distancia enoormeee.
queremos segundas partes que siempre pueden ser buenas, y malas a la vez,
pariendo el conjuro, si de valientes vive el mundo.
ahì te ves, maru

Wonder dijo...

Profesor de latín????
Ojalá SU lengua no esté tan muerta como la que enseña...
Excelente.
Espero por más.

Marina Agra dijo...

Hola, Estre! Veremos, veremos!!! Besos, nena. Te extrañaba!

Pat... Pensaba que tal vez las mejores cosas vienen de adentro. ¿No? Besos!!

Abrace fantasía, pues, chica!

ja, Galín. Cómo te gusta el juego de palabras. Ahí te ves!

Wonder. Muy astuta usted! ja. besos, nena!

Juli dijo...

Mmmmm...al principio me dio por pensar "pobre profe"...pero con las últimas líneas ya no se me hace tan pobrecito...
Muy bueno, engancha, espero la continuación!!

Besote!

Daniel Shields dijo...

Menos mal que era profesor de Latín. Mierda... ni me imagino si lo era de frances.

Malena dijo...

Ya estaba extrañando tus relatos de seducción... me gusta mucho el nuevo blog.. besos

Mujer infiel dijo...

"Increíblemente, –y quiero enfatizar en esto- cuando algo sucede después de haber vivido en la mente durante mucho tiempo, se siente como parir".



Mentira... se siente como pobre. La realidad es que la realidad nunca supera la ficción (si la ficción es buena).

Anónimo dijo...

Me pasó! lo mismo pero al revés!
Ella la profe.
Yo el alumno.
Muchos emails, y finalmente unos besos en una plaza.
Hasta que un día me escribe
"Anoche, cuando en casa dormían todos, hablé con tus manos"
"qué te dijeron?" pregunté.
"Hablaron un lenguaje más bien primitivo" contestó.

Nunca había sido infiel por convicción, hasta ese momento. Estaba ahí y no sabía qué hacer y qué podía hacer. Suena pavo, pero es real.

Por otro lado, lo de mensajes subliminales mejor obviarlo, entorpece la comunicación.

Dr. Flasche dijo...

¿un lugar tránquilo? Esta historia merece una biblitoteca com a final...entre libro, o algun sitio digno de una historia en latín, quizás un monasterio??

ahora bien? estará la realidad a la altura de tus expectatives?

El viento a contramano dijo...

¿Y la segunda parte? … no me deje así, en medio de un beso y solitario… ja… Seguiré viniendo por una segunda vuelta… No quiero presionarla, es que resulta intrigante y la intriga lleva a hacer estas cosas… ¡Hasta pronto!

Marina Agra dijo...

Hola, Juli! Gracias, ya vuelvo! Besos, nena.

Hola, Daniel. ¿Qué pasa con el franchute?

Male, gracias, nena! Nos leemos!

Mujer infiel. Bienvenida por acá. Veo que estás inaugurando blog recién recién. Bueno, respecto de lo que decís, tres cosas. ¿Mentira? Cada uno con su propia experiencia. Me parece demasiado catalogarlo, así, directamente, de mentira. Segundo: no creo que la frase diga en ningún momento que cuando se pare, se pare algo bueno. Y tercero: lamento si tu realidad es pobre en relación a tu ficción. Supongo que -como lo primero- también tiene que ver con cada uno. Gracias por pasar. Salut.

Hola, a... lindo, supongo que cada uno tendrá su historia.

Ja, hola, Dr. Buena recomendación. Beso grande!

Viento... ya venimos... soplando!

Haiku dijo...

estamos esperando la segunda parte!.

Mari Pops dijo...

excelente, siga asi!

Anónimo dijo...

Moulins Rouge?

Verònica dijo...

que serà... serà... serà lo que deba ser...
el arte de la seducciòn, el hombre menos pensado o un lugarcito en el mundo, està bueno...tener siempre algo que conquistar... ir tras de...buscarle el sentido a esto que vivimos.

espero màs, me enroscò!!!

besitos nena,

Vero.

Jovic dijo...

Sus palabras, su mirada, cierto aire del viejo Charles que entra por la ventana de este texto, la capacidad que tiene (y demuestra) para escribir (y, quizás, vivir) sin rodeos hacen de su narración algo inevitablemente intenso, valioso, y, por sobre todas las cosas, genuino.

Marina Agra dijo...

Hola, a todos!
gracias, Mary.

Anónimo, creo que no comprendí!

vero, no te vayas!

estimado jovic. sus palabras son un gusto en este día de lluvia. espero se encuentre bien.

Anónimo dijo...

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