martes, 11 de enero de 2011

Les gens heureux n´ont pas d´histoire

Dos pisos, plastilina y un póker de as; un espejo, que se clava, y ese demonio en proyección; cuatro baches, esta vida y el espectro porvenir; el agujero, es sentido, y se compadece al bazar; rosas negras, viajes dentro, y la carga del ego universal; un poeta, no se traba, piensa y acierta: ese dolor (¡ese dolor!) es estéreo de vivir de muerte y en columna ser, hasta el final de las pieles, un renacido: su propio sobreviviente.

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